El fabricante japonés de automóvil Toyota invertirá unos 830 millones de euros en la instalación de sistemas de seguridad y pagos en efectivo a sus clientes para resolver una demanda civil en Estados Unidos en la que se acusa a la empresa de errores en la fabricación de millones de vehículos que aceleraban de manera repentina e involuntaria.
Los términos incluyen un fondo de compensación de 188 millones de euros para antiguos propietarios de automóviles de la casa que vendieron sus vehículos a precios reducidos debido a la mala publicidad, y un fondo separado del mismo valor para los dueños que no están incluidos en la mejora del sistema de frenos.
Cerca de 16 millones de vehículos Toyota, Lexus y Scion vendidos en EE UU de los modelos años 1998 a 2010 están cubiertos por la medida. Entre los 30 modelos afectados, se encuentran el Toyota Camry y el compacto Corolla.
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